viernes, 8 de julio de 2011

una rosa de los vientos (parte I)

Un ser extraño que se lleva a sus víctimas y se alimenta de sus almas algunos de ellos enamorados trayendo tristezas y melancolías, que su rostro nunca nadie ve, que una vez que aparece detrás de  aquellas victimas solo se ve su hoz en sus cuellos
Cuenta la historia que en aquellos días de la inquisición aquel ser, va a llevarse a un anciano quien ha vivido más de sesenta y cinco años en esto se presenta una chica quien le dice: que se la llevará a ella pero a su padre no, sus lagrimas que nadie puede resistir se las obsequia a tal ser, el mira su cara, voltea su capa y se va de ese lugar rápidamente mientras que la chica parpadea para que no lo vea cuando se marcha
Esa noche este ser va a su habitad, sube a la lapida más alta que existe y empieza a recordar la bella cara de aquella muchacha…. sintió algo, algo extraño…Tal vez fuese amor, quería verla y poder sentirla, pero… como siento un ser extraño que anda en los huesos y en una túnica mal oliente. El sale corriendo yendo a una hermosa mansión de la nobleza y escogiendo su víctima aquel hombre de ojos cafés y cabello crespo ha de ser una buena impresión, espera a que se valla el hombre al baño y el hombres ve un hoz acercándose a su cuello.
Esa misma noche el señor del cabello crespo toca a la puerta de la muchacha invitándola a salir ella  asustada y queriendo salir de la experiencia de la noche pasada  acepta, toma una taza de café y  hablan sobre ellos. Tal parece que ese ser se llama Juan y que la chica se llama Luisa charlan y charlan esa sensación es extraña… como si se hubieran encontrado las dos partes exactas  de una joya que se rompió por la mitad

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